Concurso de ideas de anteproyecto en parcela Vicálvaro-La Catalana 3. Madrid. Convocado por la EMVS. 2008.
Arquitectos: Luis Pancorbo, Inés Martín Robles, José de Villar
Status: concurso
Cliente: EMVS
Premios: Segundo premio (primera mención ex aequo)
El penalty de Panenka.
"El compromiso corresponde a la concepción de la práctica política como arte de lo posible, no de lo deseable, de lo imaginado o ilusorio”.
G. Simmel. “El angelismo exterminador. Ensayo sobre el orden moral contemporáneo”. Paris 1993.
Al igual que es válido para la política, también pensamos en la arquitectura como un arte de lo posible y que debe, y más en el caso de viviendas sociales, guardar un difícil equilibrio entre el cumplimiento de la normativa, la economía de medios (con unas superficies y número de viviendas aquilatados al máximo y un tipo de construcción de coste adecuado), el perfecto funcionamiento térmico-acústico y el compromiso de realizar una propuesta con interés arquitectónico y ambiental para su entorno inmediato. Creemos tan perjudicial la falta de interés por realizar una arquitectura de calidad que tanto podemos constatar en nuestras ciudades como la no sujeción a las normas de la economía y el planeamiento (por inadecuado que sea), que vuelve las propuestas utópicas, arquitectura de publicación, especulativa y no realizable.
Partimos de un planteamiento realista y renunciamos a lo ideal o utópico. Se cumplen retranqueos, alturas y demás condicionantes urbanísticos y también se obtiene el número de viviendas y superficies demandadas en las bases. El bloque objeto del concurso es el remate de una serie y se abre en sus dos lados cortos a sendas zonas ajardinadas y en el largo a una vía peatonal y una parcela destinada a su uso como equipamiento deportivo. Respondiendo a este entorno, bastante más amable de lo habitual en los nuevos desarrollos de Madrid, el edificio se envuelve exteriormente con una ligera piel semitransparente de policarbonato ondulado y un “colchón” térmico y acústico formado por terrazas corridas que ocupan toda la fachada de las viviendas.
Este colchón permite la relación más amable entre exterior e interior y por medio de elementos móviles (y combinado con ventilación cruzada existente en todas las viviendas), la perfecta regulación de las condiciones ambientales en el interior de las viviendas. Dentro de esta doble piel exterior se produce en verano la salida de aire caliente por su parte superior, al estar los tendederos y las zonas enfrentadas con los núcleos de comunicación vertical abiertas en toda su altura, funcionando como chimeneas solares. Inversamente, cerrando los elementos practicables, se convierte en un acumulador de calor para el invierno. Todos los espacios comunes de la vivienda dan a esta doble piel externa y todos los dormitorios se vuelcan hacia el interior, buscando la tranquilidad y protección del patio de manzana.
Toda la complejidad compositiva del edificio se concentra en las esquinas al tener que resolver la problemática (y creemos que desfasada) alineación en chaflán que se exige. El problema se resuelve mediante una estrategia de “encabalgamiento” alternativo de las viviendas en esquina que produce una alternancia entre espacio lleno y vacío en altura. Se obtiene así la volumetría final del edificio desde un proceso de talla del volumen de movimiento máximo dado por la normativa. Este proceso se evidencia formalmente mediante un cambio de material en las zonas “talladas”, en las heridas o marcas del proceso, al igual que se produce al vaciar la piedra natural en las esculturas de Jorge Oteiza, o más gráficamente al cortar una fruta. Estas zonas tienen una fachada trasventilada de chapa minionda (con igual paso de onda que el policarbonato) lacada en verde, al igual que el alzado interior y los áticos retranqueados.
En la fachada del patio el oscurecimiento de los huecos se resuelve mediante un sistema de correderas de chapa minionda igual a la fachada, con lo que se obtiene un alzado cambiante según sean las condiciones de uso de las viviendas, que puede aparecer como totalmente ciego cuando todas las correderas estén cerradas.