Concurso de ideas la definición del Archivo General de Extremadura en Mérida. Junta de Extremadura. 2008.
Arquitectos: Luis Pancorbo, Inés Martín Robles.
Status: concurso
Cliente: Junta de Extremadura.
Premios: Mención
Maskelyne blur
Jasper Maskelyne (1902-1973) fue el primer ilusionista que por medio de espejos, reflejos, transparencias y luces, consiguió “hacer desaparecer” objetos de gran tamaño. Como militar del ejército británico durante la segunda guerra mundial, obtuvo grandes éxitos al frente de la “sección experimental de camuflaje” al escamotear a los ojos de los pilotos alemanes el puerto de la ciudad de Alejandría y el canal de Suez.
Esa ilusión de desmaterialización de un gran volumen es la que pretendemos conseguir con nuestra propuesta. El edificio del Archivo General de Extremadura es una “caja fuerte”, una construcción compacta e impenetrable desde el exterior, sin aperturas aparentes, sin ventanas…aunque ligero luminoso y transparente en su interior.
El esquema organizativo del edificio se engendra de dentro hacia fuera, partiendo de una estricta modulación desde la caja de legajos, el sistema compacto de almacenamiento, los depósitos de documentación y llegando al edificio completo. Se crea así una organización compacta de los usos en la que los diferentes módulos, siguiendo las leyes de movimiento de los sistemas de almacenamiento usados, deslizan en el sentido longitudinal, esponjando el programa y dejando patios intermedios desde los que la luz llega a todas las piezas.
Estas entradas de luz controlada, sin incidencia solar en los vidrios se tamiza en los depósitos documentales por medio de una chapa exterior lacada en color verde y perforada hasta alcanzar el porcentaje requerido en el pliego (10%) de entrada de luz.
Todo el exterior del edificio se recubre con una piel de lamas de vidrio armado tipo u-glass que hace referencia a la acumulación de hojas en vertical que se produce en las estanterías del interior del edificio y que cumple dos funciones fundamentales: la primera es ofrecer un perímetro seguridad, sin posibilidad de intrusiones en el, pero con un aspecto de acabado superficial, de formación de fachada del edificio muy distinto al ofrecido por el uso de elementos como rejas, de carácter más doméstico. En segundo lugar, esta piel es la que por medio de reflejos y transparencias hace que el edificio se desmaterialice y se camufle con el cielo y el entorno, produciendo un aspecto cambiante con las distintas situaciones atmosféricas, de régimen de uso y de colocación del observador.
Todas las aperturas de patios y de dobles alturas que se perforan en el compacto contenedor interior se manifiestan al exterior de una forma velada por la piel de lamas de vidrio con un difuminado color verde.
El volumen paralepipédico del archivo queda escamoteado no solo por la piel exterior sino también por su posición aprovechando el desnivel del terreno lo que permite elevar sólo tres alturas en el testero sur y por el uso de arbolado que produce reflejos y sombras que enriquecen aún más el carácter cambiante de la fachada.
La división en zonas independientes que exige el programa se consigue con una estrategia sencilla, la planta baja, totalmente transparente y acristalada aunque segurizada en su perímetro por las lamas de vidrio armado externas, contiene todas las dependencias de uso público; salón de actos, sala de exposiciones, sala de consulta, aula didáctica, etc. La zona privada (oficinas) se sitúa en dos plantas siguientes agrupada en la fachada norte del edificio, comunicando tanto con la zona pública como con la reservada de una forma controlada. La zona reservada (talleres y depósitos se sitúan en las plantas primera a tercera, sin contacto con el terreno excepto en la zona de recepción de material, evitando así cualquier problema de humedades. Esta zona tiene su propio núcleo de comunicación vertical, con escalera, ascensor y montacargas de uso exclusivo para personal autorizado y que comunica en cada planta con el resto de dependencias mediante un vestíbulo estanco con control de seguridad.
Para cada zona se produce un acceso diferenciado situándose el de público y oficinas en la fachada norte, a nivel de planta baja y los de descarga de material y de trabajadores de la zona reservada en la fachada sur a nivel de planta primera.
En el núcleo interior del edificio se sitúa la zona de talleres, que limitada por dos pasillos con ancho suficiente para el paso de maquinaria de transporte (3,10 metros) y traspasada verticalmente por pozos de luz ofrece un aspecto de gran transparencia y luminosidad, con todos los patios y dependencias divididos por particiones de vidrio parafuegos, forjados de estructura metálica con material translúcido de cierre (vidrio moldeado) y falsos techos de policarbonato celular translúcido.